El proyecto de Anne Sullivan International School sigue los principios de arquitectura pasiva y bioclimática, maximizando la eficiencia energética del edificio. Se implementaron soluciones sostenibles que garantizan el confort térmico durante todo el año, minimizando el uso de energía y reduciendo el impacto ambiental. La sostenibilidad fue un factor clave en cada decisión de diseño.

Las actuaciones consisten en consolidar el nuevo programa en el mismo edificio existente construido a mediados del Siglo XX, desarrollar los espacios de nueva creación en planta 1, mantener e integrar las actividades existentes en Planta Baja. Con este fin se procede a crear un nuevo volumen de obra nueva y a crear espacios de transición y conexión entre los dos niveles de PB y Planta 1.

Para garantizar un rápido tiempo de construcción, excelentes prestaciones térmicas y una acústica interior óptima, se optó por sistemas constructivos prefabricados, utilizando estructuras de metal, cubiertas de paneles autoportantes y cerramientos de vidrio y aluminio. Estos materiales ligeros otorgan una sensación de modernidad y ligereza, contrastando con la masividad del edificio original.